Educar a través de la lectura, implica enseñar a nuestros hijos y alumnos a leer bien y con gusto. Y esto es posible si les damos una experiencia de gozo con la escucha, es decir, esos momentos mágicos donde el adulto lea al niño. Para ello, vamos a partir de tres puntos clave que nos permitirán crear bonitos momentos de escucha para los niños.
1. Leerle cuentos a los niños se ha de convertir en un hábito diario desde el primer mes de vida, incluso desde el embarazo. Pues el feto es capaz de percibir y reconocer voces y sonidos desde el cuarto o quinto mes de gestación y al sexto mes el oído ya está desarrollado completamente.

2. Este momento deberá tener su tiempo e importancia correspondiente. Es decir, se dedicará X tiempo (10, 20 o 30 minutos, en función de la edad) para disfrutar de esta actividad familiar dándole la importancia que tiene. Como bien dice el pedagogo Tonucci, “leyendo sin temor, sin pensar que se está perdiendo el tiempo o que se podría hacer algo de mayor importancia”.

3. Leer cuentos es un tipo de juego y como tal requerirá de atención, emoción e interacción. Es decir, debemos leerles los cuentos poniendo nuestros cinco sentidos. Nunca leeremos por leer, leer con atención, con emociones, interaccionando con el niño y comunicándonos también con el lenguaje no verbal y los gestos. Disfrutar de la lectura para que los niños puedan disfrutar de la escucha.

Con estas experiencias de escucha, donde además reforzamos la complicidad y el vínculo entre nosotros y nuestros niños, no solo fomentamos un hábito lector positivo e importante para el desarrollo y la realización social y personal de la persona; estimulamos la imaginación, la sensibilidad, la curiosidad y la memoria, además del desarrollo del lenguaje; sino que además educamos a nuestros hijos en la paciencia, el saber escuchar con atención, mientras despertamos el deseo por leer.
Leyendo educamos en la empatía o capacidad de ponernos en el lugar del otro y nos permite trasmitir valores como la amistad, la honestidad, la constancia, la tolerancia, etc. Al mismo tiempo que nos permite enseñar a identificar emociones. Con la lectura educamos en la resolución de conflictos, ya que el niño se identifica con los personajes y situaciones de las historias ayudándole a afrontar retos y miedos con una visión más amplia.
Compartir el tiempo de lectura en familia, ya sea el niño el que escucha o quien nos lea, educamos en la comunicación y confianza entre ambos, ofreciendo a los niños un refuerzo de la autoestima.

¿QUÉ TIPO DE LIBROS LEER?

1. Elegir calidad literaria. En cuanto a historias sin prejuicios y con valores positivos. Hay que tener en cuenta que las lecturas que se hagan son historias que él grabará en su cabeza y tomará de ejemplo para descubrir el mundo que le rodea.

2. Según la edad tener en cuenta sus gustos e intereses, comentarles qué historias le gustaría leer y/o elegirlas juntos en la librería o biblioteca. Intentar que haya variedad de temas, formatos de libros, formas de contar el cuento (marionetas, libro objeto, etc.).

3. Es buena idea tener un rincón de lectura, ya sea en la habitación del niño o en cualquier otro lugar de la casa, donde se esté cómodo y donde los cuentos y libros estén al alcance de los pequeños.

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